Nuestro objetivo central es participar en la organización de
actividades presenciales donde los protagonistas sean usuarios,
arropados (al menos) por otros usuarios.
Por eso debemos concentrar los esfuerzos en las webs donde se produce
ese marco.
Hay usuarios de redes sociales que las utilizan para hacer promoción
de sus blogs externos, o de páginas web propias independientes, o
incluso de sus perfiles en otras redes sociales que no cubrimos, donde
acumulan el grueso de sus creaciones. Nos parece muy bien, pero eso
implica una tendencia centrífuga a salir de la red social, no a
concentrar los esfuerzos en ella. A Singularte no le interesa
alimentar esa tendencia. Por ello rehusamos a tomar contenidos de
sitios exteriores, aun cuando -por supuesto- nos viene muy bien saber
que existen.
Pero hay además un problema legal. El usuario XXX afirma en su red
social -o a nosotros en un mensaje privado dentro de dicha red social-
que el blog exterior YYY es suyo y que podemos tomar contenidos de él.
Lamentablemente, informamos de que en ocasiones se han creado perfiles
falsos expresamente creados para tendernos una celada. Para poder
tomar contenidos de esos sitios exteriores, tendríamos que ponernos en
contacto con su creador (cosa difícil a veces) y confirmar que se
trata de la misma persona que está registrada en la red social ZZZ y
que nos está autorizando. En los primeros meses de vida de Singularte
no éramos tan estrictos y nos llevamos alguna sorpresas desagradables:
los blogueros en cuestión no sabían nada de los perfiles que afirmaban
ser ellos. (Además está el hecho del plus de trabajo que nos supone)
Conjugando todos estos factores, el lector comprenderá que nuestra
norma sea intransigente: bajo ningún concepto tomamos contenidos
exteriores. Los contenidos han de estar subidos a la red social en
cuestión, por el usuario que afirma ser su autor y que nos ha
autorizado.
Con herramientas más antiguas
Hace 4 años